Consejos dentales

El problema de la sensibilidad dental

¿Sientes como si te dolieran los dientes? ¿notas un escalofrío cuando tomas una bebida fría? Si esto te ocurre con asiduidad es muy posible que sufras de sensibilidad dental o hipersensibilidad dentinaria.

La sensibilidad dental es un problema más común de lo que parece, ya que afecta al 25% de la población adulta. Consiste en un dolor dental fuerte pero temporal que aparece tras el contacto con un estimulo exterior (bebidas o alimentos ácidos, fríos, calientes), debido a la exposición de la dentina al medio oral. Generalmente tiene mayor incidencia entre los 20 y 40 años y más en mujeres que en hombres. Los dientes más afectados suelen ser los premolares y los caninos. Desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV) te infomamos que en los últimos años ha aumentado la incidencia de este problema dental, especialmente en jóvenes por los nuevos hábitos de consumo (abuso de bebidas energéticas, refrescos, etc). También cabe reseñar que tienen un mayor riesgo de sufrir hipersensibilidad dentaria los pacientes que sufren patologías que ocasionan un medio oral ácido como úlceras, hernia de hiato, bulimia, anorexia, etc. Al mismo tiempo tampoco hay que olvidar que la sensibilidad puede desencadenarse por un cepillado agresivo, el uso de un dentífrico abrasivo y cómo no, por la ingesta de alimentos o bebidas ácidas. También existen situaciones clínicas y patologías dentales que pueden generar la aparición de la sensibilidad dental e incrementar su intensidad como es el caso de caries, gingivitis y periodontioitis, recesiones gingivales, abrasiones, abfracciones, erosiones, bruxismo o tratamientos como el raspado y alisado radicular o un blanqueamiento dental.

El consejo ICOEV
El ICOEV señala que si el paciente no trata esta hipersensibilidad adecuadamente, el problema puede acabar generando molestias persistentes. Por ello es necesario que, en caso de sentir sensibilidad en los dientes, se acuda al dentista para tratar el problema o aquellas patologías que puedan influir sobre ésta. Este profesional realizará un tratamiento en consulta o prescribirá uno para uso domiciliario que permita prevenir y neutralizar la sensibilidad. Además, el odontólogo indicará al paciente el producto farmacéutico más adecuado, con la debida posología para cada situación clínica, bien sea en forma de pasta dentífrica, colutorio o barniz.

A grandes males, grandes remedios
Entre los tratamientos farmacéuticos se pueden diferenciar dos grupos en función de su rapidez y efectividad, que a su vez pueden combinarse con algunos productos de farmacia, especialmente pastas y colutorios, cuya composición conoce perfectamente el farmacéutico, y al que podréis recurrir para su elección.

  1. Derivados del potasio, desde el nitrato al cloruro pasando por el citrato.Es el más efectivo pero sus efectos son a medio y largo plazo. Su acción se centra en inhibir la transmisión nerviosa que ocasiona el dolor al acceder a la pulpa por los túbulos dentinarios.

  2. Proarginina, fluoruro de estaño o biocristales de fosfosilicato: sus efectos son a corto plazo y por lo tanto alivian el dolor más rápidamente, aunque su efectividad real es menor, ya que pueden desactivarse y volver a la situación inicial con el contacto con ácidos o cepillados. Su efecto se centra en el sellado de los tubos dentinarios del diente.

    Colaboración del ICOEV publicada en la revista Consejos de tu farmacéutico (http://www.consejosdetufarmaceutico.com/sensibilidad-dental-a-grandes-males-grandes-remedios/)

Una mala salud dental puede influir negativamente en el rendimiento deportivo

La visita al dentista puede resultar fundamental para un deportista, ya sea de élite o aficionado, ya que un problema dental no tratado puede ocasionarle un importante bajón en su rendimiento.

El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia recomienda la realización de al menos un chequeo dental anual a los deportistas ya sean profesionales o amateurs. Con estas revisiones el profesional puede detectar, tratar y prevenir patologías que una vez desarrolladas pueden implicar serias molestias al atleta y afectar notablemente a su rendimiento deportivo.

Según destaca el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, Enrique Llobell, gingivitis, periodontitis, caries son patologías recurrentes en los deportistas que pueden ocasionarles dolor, malestar, infecciones o sensibilidad. Todo ello puede desencadenar insomnio, problemas de alimentación y por lo tanto afectar negativamente a su rendimiento. Además determinadas patologías orales pueden estar relacionadas con inflamaciones en el resto del organismo con el consiguiente agravante físico.

Un reciente estudio de la University College of London (publicado en la British Journal of Sports Medicine) indica que el 40% de los futbolistas de la Premier League inglesa presentan caries, el 77% gingivitis y el 80% periodontitis. Sin embargo, las afecciones bucales y la necesidad de revisiones odontológicas para tratar y prevenir patologías no sólo afectan a los futbolistas sino también a atletas, gimnastas, runners y jugadores de todo tipo de disciplinas como voleibol, balonmano, tenis, etc.

Especial cuidado requieren deportistas de disciplinas con alto contacto físico como rugby, boxeo, baloncesto, motor, etc donde hay un alto riesgo de traumatismos dentales y necesidad de reconstrucciones u otro tipo de afecciones. Mención aparte también merecen los nadadores ya el contacto con compuestos químicos de la piscina como el cloro ocasionan la creación de depósitos orgánicos de un ligero tono marrón en los dientes (especialmente los delanteros) como consecuencia de un excesivo depósito de minerales sobre la superficie dentaria por las alteraciones del PH.

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Llobell sostiene que un deportista debe cuidar al máximo su cuerpo ya que lo somete a máxima exigencia para acometer la actividad deportiva. Por ello el dentista valenciano explica que los deportistas no deben descuidar ningún aspecto de su salud y en ningún caso su salud oral.

Por ello además de recomendar a los deportistas profesionales y amateurs una alimentación saludable, pautas periódicas de higiene bucodental, no abusar de bebidas altas en azúcares y energéticas, aconseja como mínimo una visita anual al odontólogo para prevenir posibles patologías y futuros inconvenientes.

En esa línea el presidente del ICOEV considera que es importante que los responsables técnicos de los clubes o equipos transmitan a sus pupilos valores saludables desde el inicio ya que ello irá en beneficio de su vida deportiva mejorando su rendimiento y sobre todo de su bienestar personal.

10 Consejos que no debes olvidar si quieres hacerte un blanqueamiento dental

Una de las primeras cosas que observas cuando conoces a alguien es su boca. Una imagen de una sonrisa blanca siempre produce mejor impresión que una que no lo sea tanto. Así, en los últimos años, se ha incrementado el número de servicios demandados a los profesionales de la Odontología en temas de blanqueamiento dental. Pero, ¿sabemos qué es? ¿Cómo se hace? ¿Qué peligros evitar o qué cuidados hemos de tener?

El Dr. José Amengual, vocal asesor del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de de Valencia (ICOEV) y médico odontólogo experto en blanqueamiento dental, nos ofrece diez consejos fundamentales antes, durante y después del blanqueamiento.

Siete consejos para no perder tu sonrisa en verano

Llegan las vacaciones. Los hábitos cambian y nuestras buenas costumbres también. Pero hemos de saber cuáles son los principales peligros para nuestros dientes y las consecuencias de un verano sin la adecuada higiene bucodental.

El calor y el buen tiempo invitan a tomar un mayor número de bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas e, incluso, a fumar más. Si no respetamos y cuidamos nuestra dentadura, el verano nos puede pasar factura.

Y esa factura se transforma en incremento de la placa bacteriana, problemas de gingivitis, lesiones e inflamaciones en las encías y, sobre todo, las temidas caries.

¿Qué debemos y podemos hacer para evitarlo? En general, mantener los buenos hábitos de limpieza y una buena hidratación. Pero más concretamente, desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos  de Valencia (ICOEV) se recomienda

1.- Seguir con el cepillado de nuestros dientes, al menos, tres veces al día (aunque deberíamos hacerlo cada vez que comemos).

2.-El cepillado no es suficiente. Debemos además utilizar el cepillo interdental y la seda dental para conseguir sacar los restos de comida que se quedan entre las piezas. Hacemos cepillados muy rápidos y olvidamos que entre los dientes también se queda comida y hay que saber sacarla.

3.-Usar un colutorio o enjuague bucal con flúor. Los recomendados para niños son buenos tanto para ellos como para los adultos.

 

4.-Beber agua en cantidad. La falta de una hidratación adecuada (se recomiendan dos litros diarios de agua) puede implicar un aumento de la placa bacteriana e incluso problemas de inflamación de encías así como de creación de caries (azúcar).

cocktails-731898_19205.-Moderar la ingesta de bebidas carbonatadas, ácidas, azucaradas y alcohólicas sin olvidar limpiar los dientes a conciencia tras su ingesta.

6.-Ser especialmente precavido con los traumatismos dentales ya que aumentan un 30% en la época estival. Desde el ICOEV, recomendamos el uso de protectores dentales en el caso de actividades deportivas  así como el uso del casco integral en cualquier desplazamiento en vehículo de dos ruedas.

stockvault-cigarettes-butt1302927.-Si no es posible dejar de fumar (que sería lo idóneo para nuestros dientes), moderar y controlarlo. Es necesario recordar que en el 100% de los casos, el fumador se queda antes sin dientes que el no fumador. El tabaco destruye las encías.

Finalmente, no olvidar visitar a vuestro dentista habitual para que él dé las pautas más correctas para nuestra boca o nos revise cuánto y cómo nos ha afectado el verano.

 

Siete consejos para salvaguardar la salud bucal de los niños en vacaciones

Mantener la sonrisa intacta en un niño debe ser primordial para sus progenitores y para ello es imprescindible una buena salud bucodental  durante todo el año. Sin embargo en épocas como las vacaciones conviene estar alerta ya que el cambio de horarios y la pérdida de hábitos puede acabar siendo perjudicial para los dientes de los más pequeños.

El diente es la única parte del cuerpo humano que no se regenera por sí misma. Por ello, además de la detección precoz de cualquier infección, el cuidado de los dientes es muy necesario. En los más pequeños, prevenir la caries  es el objetivo principal ya que es la enfermedad crónica infantil más común.

En la actualidad, y según los datos de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), uno de cada cinco niños (de dos a cuatro años de edad) tienen caries que no han sido tratadas ¿Qué podemos hacer para evitarlas? ¿Qué pautas debemos seguir durante las vacaciones?

Y ahora, ¿qué hago? por Carlos Labaig

Esa es la pregunta que muchos jóvenes odontólogos recién graduados hacen cuando vienen a nuestro Colegio. Esta pregunta no se la planteaban, hace unos años, los licenciados al terminar, porque al ser ésta una profesión eminentemente clínica la decisión era simple: abrir una clínica privada. La existencia de pacientes demandando tratamientos y la financiación del montaje de la consulta hacían de ésta una salida viable. Solo algunos “frikis” (como se diría ahora) combinábamos la clínica con la Escuela de Estomatología actual Facultad de Medicina y Odontología para colaborar en alguna signatura y no perder el contacto con los compañeros huyendo del aislamiento de la consulta privada.

Las circunstancias han cambiado, la plétora del número de profesionales que se gradúan en las distintas facultades públicas y privadas, la masiva irrupción de  clínicas franquiciadas, seguros dentales y la reducción de demanda de tratamientos por la disminución de las posibilidades económicas de muchos pacientes hacen que los planteamientos sean distintos. Además de la necesidad  de los recién egresados de completar su formación.

Unos cuantos, los menos, solos o asociados se atreven a abrir nuevas consultas privadas en Valencia capital o en algún pueblo. Otros, apremiados por las necesidades económicas intentan la odisea de trabajar en clínicas franquiciadas con sueldos ínfimos y muchas horas, además de tener que “romper mano” de manera autodidacta.

Un grupo más valiente inicia su andadura en el extranjero (Inglaterra, Francia…) con el hándicap del idioma y de la experiencia clínica, vía cada vez más difícil porque estos mercados están también saturados.

Por todo ello, y ahora… ¿qué hago? De entrada una  opción razonable, es la de  continuar formándose por la vía universitaria junto a los cursos nacionales auspiciados por las sociedades científicas y colegios profesionales. En Valencia, tenemos la gran suerte de contar con un Centro de Estudios Odonto-Estomatológicos (www.centroestudiosoe.com)  donde se ofrecen conferencias y cursos de alto nivel y que además están acreditados por el EVES.

Todas las facultades ofrecen, actualmente, masters profesionalizantes (títulos propios)  abarcando todas las especialidades de la Odontología, y que con duración entre 1 y 3 años son un buen complemento a la formación básica de la carrera y de preparación antes de entrar en el difícil y competitivo mundo laboral.

También sería deseable que aumentasen el número de plazas en centros asistenciales  del Servicio Nacional de Salud.

Aquellos que piensan  en la vida universitaria como profesores, deben saber que el título de Licenciado o Graduado en Odontología, según reciente decreto, tienen adquiridas las competencias del nivel de máster. Para acceder al Programa de Doctorado y como requisito previo, deber cursar unos complementos de formación en forma de créditos transversales y específicos (artículos científicos, actividades en congresos, estancias en otras universidades, etc.). Estos complementos pueden convalidarse cursando el Master Oficial de Ciencias Odontológicas con 60 créditos que se puede realizar en un año a tiempo completo o en dos a tiempo parcial.

Existe, en la Universitat de València, un portal de orientación profesional (www.fundacio.es/opal/) que ofrece herramientas y técnicas de búsqueda de empleo, situación del mercado laboral,  salidas profesionales para las diferentes titulaciones, etc.

Desde el Colegio, creo que a nadie pasa desapercibida la labor que está llevando a cabo el Dr. D. Enrique Llobell y su Junta, entre lo que destaca la creación de la cuota cero de colegiación para los Odontólogos en paro y todos los medios legales y de información para luchar contra el intrusismo, publicidad engañosa y práctica fraudulenta y explotadora de la profesión. La educación y concienciación de los jóvenes Odontólogos para no entrar en estas dinámicas, ayudará a la dignificación de esta profesión y a la postre revertiría en más puestos de trabajo.

* Carlos Labaig es vocal de la Junta de Gobierno del ICOEV.

Cómo reducir el riesgo bacteriano de un cepillo de dientes

Los cepillos dentales ya sean eléctricos o manuales son sin duda el principal aliado de la salud bucodental. Su buen y periódico uso es más que útil para evitar disgustos mayores,  en forma de complicaciones (sarro, caries, enfermedad periodontal, etc), en nuestra boca.

Y es que si el ciudadano no cuida o realiza un mantenimiento adecuado al cepillo, previniendo la aparición y proliferación de las bacterias, gérmenes u hongos en las cerdas, estas pueden traer consigo los consiguientes riesgos para la salud. Así lo ponen de manifiesto numerosos estudios en los últimos años. Éstos demuestran que las bacterias no solo son capaces de crecer y reproducirse en las cerdas del cepillo, sino que también tienen la capacidad de transmitir por todo el cuerto los microorganismos responsables de enfermedades.

Bacterias como la salmonela, e. coli y estreptococos, respiratorias, etc pueden colonizar ‘invisiblemente’ nuestros cepillos, así, la higiene y la prevención son importantes.

Por todo ello y para reducir los riesgos bacterianos de un cepillo de dientes os recomendamos lo siguiente:

No compartir el cepillo de dientes con nadie.

Evitar el contacto cercano con otros cepillos.

Cambiar de cepillo cada 3 o 4 meses.

Cambiar el cepillo tras una gripe, resfriado o infección bucal ya que los gérmenes pueden permanecer en las cerdas y reactivar el problema.

Tapar las cerdas con una funda y colocarlo en posición vertical.

Guardarlo en un lugar no húmedo; A pesar de lo comúnmente pensado el baño no es el lugar más adecuado para guardar el cepillo ya que es un lugar donde la humedad está presente (ducha, agua caliente, etc) y hay riesgo de aspersión de bacterias presentes en heces u orina.

Enjuagar el cepillo con agua a presión tras su uso para eliminar restos de saliva y pasta dentífrica.

Esterilizar si es posible.

 

 

 

El peligro de los ‘piercings’ orales

Los conocidos popularmente como ‘piercings’, es decir, el elemento decorativo generalmente de origen metálico que muchos jóvenes se colocan en diversas partes del cuerpo previa perforación del tejido, pueden tener serias consecuencias sobre la salud especialmente si éstos se colocan en la boca (lengua, labios, etc).

El principal y más probable riesgo que los ‘piercings’ orales suponen para la salud bucal son las infecciones derivadas de su colocación. Sin embargo existen más posibles problemas derivados de su presencia en la boca, como rechazos, alergias, dolor, traumatismos en los dientes, etc. No olvidemos que a la postre se trata de un cuerpo extraño en la cavidad.  Al mismo tiempo se trata de una zona especialmente delicada y que no favorece precisamente una correcta cicatrización de la herida generada y por lo tanto presenta un destacable riesgo de infección. Tanto por la humedad propia de la cavidad bucal y presencia de bacterias como por la funcionalidad de ingestión de alimentos propia de esta parte del cuerpo.

Además de las consecuencias descritas otros estudios señalan que los ‘piercings’ orales llevan aparejado riesgo de perder piezas dentales debido al desarrollo de problemas gingivales graves. Concretamente, un trabajo publicado en el Journal of the American Dental Asociation (JADA) sostiene que una de las consecuencias más comunes reside en la contracción de las encías, con lo que el diente queda desprotegido, pudiendo llegar a caer.

Debemos distinguir las distintas posibles consecuencias de los dos tipos de ‘piercings’ orales que pueden afectar a la boca en función de su situación. Es decir, si están colocados en la lengua o en los labios.

Lengua y labios

El riesgo de los primeros  estriba en el momento de su instalación ya que una perforación errónea o negligente puede ocasionar daños tanto en la glándula salival como sobre el músculo o sobre un nervio. Así si se toca alguna de estas partes de la lengua, las consecuencias van desde una inflamación hasta la pérdida de sensibilidad y sentido del gusto pasando incluso por una hemorragia. Sin duda, consecuencias realmente graves para la salud bucal. Todo ello además de ocasionar dolor puede generar problemas en el habla y en la masticación.

Por otro lado, los ‘piercings’ orales situados en los labios también pueden ocasionar daños glándulas salivales que pueden derivar en obstrucciones y acumulación de saliva así como  inflamaciones en la mucosa labial o en los carrillos, así como traumatismos en los dientes.

Por todo ello, en primer lugar y dado el objetivo meramente decorativo de esta práctica, ésta es obviamente desaconsejada por los odontólogos por su alto riesgo para la salud Eso sí, en el caso de llevarla a cabo es necesario que su instalación sea llevada a cabo por personas con cualificación y con conocimientos de la morfología de la boca así como de anatomía humana para evitar sustos.  A su vez, se recomienda extremar al máximo la higiene tanto con la plena esterilización de los elementos o herramientas que intervienen en la instalación como en la post colocación. Por supuesto se debe acudir al odontólogo a la mínima señal de inflamación o problema. Finalmente se aconseja visitar al dentista periódicamente con el objetivo de hacer un seguimiento de este cuerpo extraño instalado en la boca y controlar una posible reacción natural del organismo contra él.

Moderación para evitar la factura dental de los excesos navideños

Las cercanas fiestas navideñas implican alegría, encuentros con familiares, regalos, etc. Sin embargo con ellas también llegan los excesos y son especialmente los nutricionales los que pueden acabar pasando factura a tu salud dental a medio plazo. Por ello, la palabra clave para estas navidades no es otra que moderación y es que se puede disfrutar plenamente de la Navidad y sus bondades sin que nuestros dientes y organismo se resientan.

En el caso de la salud dental sus grandes enemigos, en estas épocas de celebración y alegría, no son otros que los azúcares (dulces) y el alcohol. Y es que los primeros pueden generar caries y el segundo deteriorar el esmalte. Con la proliferación de opíparas comidas y cenas, ya sean familiares o de empresa, caemos sin darnos cuenta en una excesiva ingestión de azúcares y alcohol que pueden dañar nuestra estimada dentadura.

Los típicos deliciosos dulces navideños, que se sirven a los postres tal y como manda la tradición, se convierten en una tentación en la que muchos suelen caer sin mesura.  Ello tiene serias consecuencias y se plasma con posterioridad a las fiestas en forma de indeseadas caries. La forma de evitarlas pasa por un consumo moderado y sin excesos de estos dulces así como por optar por aquellos que sean bajos en azúcares.

Respecto al alcohol, obviamente siempre es recomendable una ingesta moderada pero en relación a la salud dental se recomienda evitar el consumo de vino tinto, blanco, cava y bebidas energéticas ya que ocasionan daños al esmalte dental.

Finalmente en ambos casos (dulces y alcohol) también es recomendable realizar un buen cepillado así como el uso del hilo dental al menos tres veces al día. Además también es aconsejable la ingesta de frutas como la manzana y chicles sin azúcar para generar una mayor salivación y limpieza de la dentadura.

Cáncer oral, prevención y detección temprana que salva vidas

Mencionar la palabra cáncer cambia la cara a cualquiera ya que la conciencia social de esta patología sigue muy ligada a la muerte o a drásticas y duras consecuencias. Sin embargo a día de hoy, cáncer ya no es sinónimo de muerte tanto por la mejora de los tratamientos como principalmente por la detección temprana.

Entre los cánceres menos conocidos encontramos el cáncer oral, una patología que tiene una relevante prevalencia de casos en nuestro país. Aún así sigue pasando desapercibida a pesar de que puede tener serias consecuencias para la vida el paciente. En este caso tanto la prevención como sobre todo la detección temprana juegan un factor fundamental para superar una enfermedad cuya mortalidad es similar al melanoma y al cáncer cervical.

En esta partida contra el cáncer oral, el odontólogo tiene papel muy destacado ya que es él quien puede detectar síntomas preocupantes y diagnosticar lesiones malignas y no premalignas que pueden conducir a la enfermedad.

 

En España, la incidencia del cáncer oral se sitúa entre 1 y 5,2 casos por cada 100.000 habitantes. La enfermedad se circunscribe principalmente a la lengua aunque también puede aparecer en otras zonas de la boca. Es más común en hombres que en mujeres y no sólo afecta a personas mayores ya que también se presenta en mayores de 40 años.

Cómo lo puede detectar un odontólogo y cómo actuar:

El odontólogo es sin duda el profesional sanitario más adecuado para detectar y diagnosticar lesiones que conducen al cáncer oral. De esta forma, la actuación del odontólogo puede resultar decisiva en estos casos y obviamente una correcta actuación suya ayuda a salvar vidas.
En este caso, su objetivo se debe centrar en identificar lesiones malignas potencialmente peligrosas de ser precancerosas y con una mala evolución. Entre éstas figuran úlceras traumáticas, líquenes atípicos, leucoplasias, algunos nevos melánicos y queilitis crónicas.

Ante la sospecha de tumor oral es recomendable la realización de una biopsia con la ayuda de cepillo, con éste tomará la muestra de tejido del área sospechosa que será depositada en un recipiente adecuado para posteriormente ser enviada a un laboratorio de anatomía patológica para su examen. Tras el resultado y si éste es positivo o atípico será necesario realizar otra biopsia esta vez sí con un escalpelo. En estos casos sí es necesaria su derivación a un médico especialista para su posterior tratamiento.

En los últimos años también ha surgido una nueva e innovadora forma de detectar este tipo de lesiones mediante la aplicación de una fuente de luz fluorescente. Se trata de una nueva herramienta que permite la visualización de las lesiones y facilita la diferenciación de tejidos saludables de potencialmente afectados sin necesidad de manipularlos.

Previamente la zona deberá haber sido tratada con un enjuague para después pasar el sistema de fuente de luz fluorescente. Sus resultados son simples, el tejido potencialmente peligroso se verá de color blanco mientras que los sanos absorberán la luz y se verán oscuros. Si la prueba es positiva y el tejido sospechoso no la supera, el siguiente paso pasa por la realización de una biopsia y su posterior derivación al médico especialista.

Cómo lo puede prevenir un paciente:

La alimentación así como el consumo de alcohol y tabaco juegan un papel relevante en la prevención de la enfermedad. En relación a la alimentación se recomienda consumir frutas, verduras, pescados y aceite de oliva mientras que en el caso del alcohol y el tabaco se recomienda su reducción o eliminación total de su consumo.

La autoexploración también puede ser una vía interesante para prevenir el cáncer en la cavidad bucal. Así, tal y como recomienda el Consejo General de Colegios de Dentistas de España la autoexploración del paciente para detectar signos sospechosos ante los que es recomendable acudir a la consulta del odontólogo son los siguientes:

1.- Enfrente del espejo, mirarse los labios de cerca
2.- Con la boca cerrada, doblar el labio superior e inferior hacia fuera y observar el tejido interno.
3.- Con la boca abierta, y con la ayuda del mango de una cuchara o tenedor, mover las mejillas hacia arriba y hacia atrás, y hacia abajo y hacia atrás, para observar las paredes internas de la boca y su ángulo.
4.- Con la boca abierta, examinar la parte de atrás de los dientes de abajo.
5.- Sacando y metiendo la lengua, mirar en su parte de atrás, y moviéndola hacia la izquierda y la derecha, examinar los laterales de la lengua desde la punta hasta su parte del fondo.
6.- Tocando el paladar con la punta de la lengua, examinar ésta y su mucosa de abajo.
7.- Dejando la punta de la lengua en contacto en el paladar, mover la lengua hacia la derecha y hacia la izquierda y examinar su mucosa de abajo.
8.- Moviendo la cabeza hacia atrás, intentar examinar el paladar.

Cómo realizar la exploración (video)

Consulta la guía completa del Consejo General de Colegios sobre el cáncer oral

Fuentes: Consejo General, United Healthcare Dr Eduardo Ceccoti (Cáncer oral 1993)

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