Archivos mensuales: septiembre 2023

Bruxismo: causas y soluciones

De acuerdo con los datos proporcionados por la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial (SEDCYDO) , cerca del 70% de la población española padece bruxismo, un porcentaje muy elevado, que sufrió un aumento tras la pandemia de la COVID-19.

Las causas son variadas, aunque en muchos de los casos se asocian con el estrés y la ansiedad. Además sus síntomas se expanden más allá de la cavidad oral: el bruxismo también puede producir dolores musculares en cuello, espalda y dolores de cabeza.

En general, cuando se habla de bruxismo se suele hacer una asociación automática a un padecimiento que afecta en exclusiva a los dientes o al aparato masticatorio, cuando en realidad es más complejo y su sintomatología afecta a más áreas del cuerpo. Puede tener lugar tanto cuando el paciente se encuentra despierto, como cuando se está dormido. El bruxismo es, de hecho, uno de los trastornos del sueño más comunes. 

De acuerdo con la Sociedad Española de Ortodoncia, el bruxismo del sueño ha sido definido como un trastorno del movimiento vinculado con el  caracterizado por la presencia de movimientos involuntarios e inconscientes de los músculos masticatorios que ocasionalmente también conllevan la presencia de ruidos de rechinamiento dentario.

Como mencionamos, este apretar y rechinar los dientes puede producirse también cuando el paciente está despierto, y aunque es frecuente, existen más estudios sobre el bruxismo nocturno.

Las causas del bruxismo

Los factores que pueden desencadenar el bruxismo son variados. Hay algunos que se dan con más frecuencia que otros, pero en última instancia cada caso es único. A lo largo de los años y tras múltiples estudios se ha llegado a la conclusión de que el origen del bruxismo es multifactorial. 

Entre las causas asociadas al bruxismo, se encuentran:

  • Factores genéticos. Es común que el bruxismo se dé en varios miembros de una familia o que cuando se diagnostique un caso de bruxismo haya antecedentes familiares.
  • Ingesta de ciertos fármacos o drogas. Por ejemplo, se sabe que algunos medicamentos como antidepresivos, fluoxetina y paroxetina, pueden causar bruxismo.
  • Estrés emocional. La tensión emocional puede producir tensión muscular, y el rechinar y apretar los dientes es una respuesta física inconsciente ante la necesidad de expresar y liberar el estrés. El problema es que no es una respuesta funcional.
  • Enfermedades del sistema nervioso central. La desregulación del sistema nervioso central o presencia de algunas anomalías o patologías pueden producir bruxismo.
  • Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva del Sueño (SAHOS). Estudios han vinculado la presencia de este síndrome con casos de bruxismo.

Síntomas y tratamiento del Bruxismo

El bruxismo puede desencadenar una sintomatología variada, afectando significativamente la calidad de vida y el bienestar del paciente. Ello hace que sea necesaria la aplicación de un tratamiento adecuado, que consiga paliar los síntomas, incluyendo también el tratamiento de las causas.

Entre los síntomas más frecuentes del bruxismo se encuentran la erosión y el desgaste dental, dolor mandibular, cefaleas tensionales, dolores musculares que se expanden al cuello e incluso a la parte alta de la espalda, hipertrofia y dolor de la musculatura masticatoria (maseterina y temporal) y fracturas dentarias.

El tratamiento del bruxismo es multidisciplinar y se suele enfocar a tres niveles:

 

  • A nivel ocluso-dental.

Se lleva a cabo fundamentalmente mediante el uso de férulas oclusales, que si bien no eliminan el bruxismo, si que previenen el desgaste dental que se asocia al mismo. Existen distintos tipos de férula para aliviar síntomas vinculados con el bruxismo y es de vital importancia  que se lleve a cabo un buen diagnóstico para determinar qué férula es más adecuada para el paciente. En muchas ocasiones el rechinamiento que se asocia al bruxismo del sueño continuará a lo largo del tiempo, lo que tendrá como consecuencia el progresivo desgaste de la férula.

 

  • Atención psicológica y gestión del estrés

Aprender a canalizar el estrés y la ansiedad resulta clave para disminuir la sintomatología del bruxismo pues precisamente encuentra parte de su origen en ellos. Puede ser conveniente empezar terapia psicológica o aprender técnicas de relajación y meditación así como terapias de tipo cognitivo-conductual, entre otras. 

 

  • Tratamiento de tipo farmacológico

En aquellos casos en los que el bruxismo se produzca como consecuencia de la ansiedad y el estrés, además de la terapia psicológica, podría estimarse oportuna su complementación con tratamiento de ansiolíticos, como el clonazepam o busparina, o antidepresivos, siempre que se estipule por el profesional correspondiente. 

Iniciar un tratamiento contra el bruxismo y su sintomatología puede mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente.

La enfermedad de las encías y su relación con enfermedades cardiovasculares

Cada vez resulta más difícil discutir que la enfermedad periodontal y la enfermedad cardiovascular guardan relación, y que de hecho, el cuidado de la salud de las encías  puede ayudar a preservar una buena salud cardiovascular.

A lo largo de la última década se ha llevado a cabo una notable acción en la realización de  investigaciones sobre la relación observada entre infecciones bucales de tipo periodontal y las enfermedades cardiovasculares.

Estos estudios, epidemiológicos y poblacionales, han puesto de manifiesto la existencia prácticamente innegable de esta asociación.

No obstante, al contemplarse otras variables clínicas distintas a las tradicionales, como las medidas de aterosclerosis subclínica – evidencia de lesión de la pared arterial sin expresión clínica – se ha confirmado la relación entre las enfermedades, al observarse una disminución de la tendencia al daño en paredes arteriales después que el paciente se someta a un tratamiento periodontal.

Tal y como apunta la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, el tratamiento de la periodontitis puede reducir los niveles de proteína C-reactiva3 al rango considerado de bajo riesgo cardiovascular.

Los pacientes con algún tipo de enfermedad en las encías tienen entre un 25 y un 50% más de riesgo de padecer un trastorno cardiovascular. Los cardiólogos y odontólogos atribuyen esta relación a la gran cantidad de bacterias que se sitúan bajo la encía, y que pueden pasar a la sangre y afectar a otras zonas del organismo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda atender el cuidado bucal – poniendo especial atención al cuidado de las encías – como medida de prevención para accidentes cardiovasculares.

Cuida de tus encías como factor preventivo de la enfermedad cardiovascular

Es importante detectar a tiempo señales de que tus encías pueden estar padeciendo alguna afección o problema. Para ello, es fundamental visitar a tu dentista si percibes alguno de los síntomas que se vinculan con la enfermedad periodontal, de tal forma que se pueda iniciar el tratamiento conveniente cuanto antes.

Entre los síntomas de la enfermedad periodontal se incluye la inflamación de las encías, el enrojecimiento, la presencia de pus, también la existencia de movilidad dentaria, de mal aliento o que las encías parezcan haberse despegado de los dientes.

De todas formas, es posible tener una enfermedad de las encías y no presentar ningún signo de alarma. Por eso son tan importantes las revisiones dentales periódicas y los exámenes periodontales.

Para que tus encías se mantengan en buen estado, pudiendo prevenir así la enfermedad periodontal y por tanto contribuyendo también a la prevención de enfermedades cardiovasculares, la American Dental Association recomienda:

  • Cepillarse los dientes después de cada comida.
  • Limpiar la placa bacteriana que se acumula entre las piezas dentarias con hilo dental u otro limpiador interdental, como los cepillos interproximales.
  • Acudir regularmente al dentista para que examine el estado de dientes y encías y realice una limpieza profesional.
  • Puede ser conveniente mostrar al dentista o higienista dental cómo te cepillas los dientes y limpias entre las piezas dentarias, de tal forma que pueda recomendar alguna mejora.
  • Si fumas o masticas tabaco, deja de hacerlo. El consumo de tabaco aumenta el riesgo de enfermedad de las encías.

Prevenir la enfermedad cardiovascular desde la clínica dental

El aumento de evidencias respecto a la relación existente entre la enfermedad y de las encías y afecciones cardiovasculares, como el infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares, pone en manos de profesionales un conocimiento que amplía la capacidad de acción y la posibilidad de prevención de ciertas patologías.

Cada vez hay una mayor consciencia respecto a que la salud bucodental está vinculada con la salud del resto del cuerpo, y que su importancia no solo queda restringida a conseguir una buena calidad de vida a partir de una correcta funcionalidad bucal, sino que también es importante de cara a la salud general. 

Esta ampliación de perspectiva gracias a los estudios científicos, permite tratar la salud con una mayor globalidad y resalta la importancia de la colaboración del odontólogo con otros profesionales como el cardiólogo.

Cuida de tu salud bucodental, no solo para unos dientes y encías sanos, sino también como parte de cuidar de tu salud general.

CompartirShare on FacebookTweet about this on TwitterShare on LinkedIn


Facebook
visita nuestro canal