Una buena salud bucodental para ganar en calidad de vida

Que una buena salud bucodental contribuye al bienestar general, es un hecho que cada vez tiene mayor calado en la sociedad, con una mayor preocupación y conciencia en términos salud. Esto se traduce en un incremento del cuidado y el interés por la higiene oral, así como un aumento de las visitas al dentista.

De acuerdo con los datos proporcionados por la ‘Encuesta de Condiciones de Vida (ECV). Año 2022’ que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 51,7% de la población española de 16 y más años hizo, al menos, una visita al dentista en los 12 meses previos a la entrevista. Un dato alentador en términos de salud bucodental, aunque desde luego mejorable. Lo que está claro es que la población española está más concienciada acerca de la importancia de acudir al dentista respecto a años anteriores.

Tradicionalmente se ha asociado una buena salud bucodental con una sonrisa bonita. Sin embargo, una correcta salud bucodental influye en nuestra vida mucho más allá de la estética. Es innegable la relación que posee con cómo nos sentimos en otras áreas de nuestras vidas y cómo afecta a otros aspectos relacionados con la salud del cuerpo. Precisamente por ello, resulta interesante plantear la siguiente cuestión:  ¿cómo influye la salud oral en el bienestar general de las personas?

Salud bucodental y bienestar general: dos aspectos inseparables

Una boca sana y funcional permite hablar bien y masticar adecuadamente, dos aspectos que resultan esenciales para poder desempeñar acciones y actividades diarias. El poder comunicarnos con efectividad influye, por ejemplo, en nuestra confianza a la hora de entablar relaciones sociales y laborales; el masticar adecuadamente y sin dolor, además de vincularse con la ausencia y prevención de problemas musculares en maxilares, cuello o espalda, también afecta, definitivamente, a los hábitos alimenticios, incluso también a los de índole social, pues especialmente en nuestro país, la socialización está, de hecho, muy vinculada con la comida.

La boca es la puerta de entrada al cuerpo. Tal y como afirma la World Dental Federation (FDI), mantener una boca sana es crucial para conservar el bienestar y la salud general, de hecho, no tratadas adecuadamente, las enfermedades bucodentales pueden repercutir negativamente en el resto del organismo.

Por ejemplo, las infecciones dentales se han asociado con un mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias como la neumonía, debido a que las bacterias se aspiran y llegan a los pulmones.

El edentulismo, es decir, la pérdida de piezas dentales, dificulta la masticación y por tanto puede afectar a la nutrición y los hábitos de alimentación de la persona.

Una buena salud bucodental puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus y una boca sana puede tener un impacto positivo en la gestión de la diabetes, guardando la enfermedad periodontal y la diabetes una relación bidireccional. De hecho, el control deficiente de la diabetes se asocia con el incremento de la prevalencia y la gravedad de la periodontitis y la periodontitis severa se vincula con un control glucémico deficiente.

Según los datos de un estudio para el ADA Science & Research Institute, lavarse los dientes regularmente no solo mejora la salud oral de los pacientes con diabetes tipo 2, sino que también interviene, para bien, en el control de los niveles de azúcar en sangre.

Por otra parte, las mujeres embarazadas que padecen una enfermedad periodontal, son más propensas a tener partos prematuros, ya que, según estudios, las bacterias que causan la enfermedad de las encías pueden ingresar en el torrente sanguíneo, produciendo una respuesta inflamatoria que acaba afectando al útero y al feto.

Cómo cuidar de tu salud bucodental

No hay duda de que una boca saludable favorece a la buena salud general y a una buena calidad de vida. Por ello, es conveniente, y desde luego, merece la pena, incorporar una serie de hábitos y tener en cuenta una serie de cuestiones que abogan por la salud de tus dientes y de tus encías.

  • Lleva a cabo una higiene oral efectiva. Cepilla tus dientes después de cada comida y elige un dentífrico y un colutorio adecuados para las particularidades de tu boca. También se recomienda emplear seda dental o cepillos interdentales, de tal forma que sea posible eliminar mayor cantidad de placa bacteriana entre los dientes, en aquellos lugares a los que es difícil acceder con el cepillo dental.
  • Sigue una dieta equilibrada, nutritiva, y baja en azúcares. El azúcar es el precursor de la caries, por lo que conviene reducir su consumo. También es aconsejable consumir alimentos que posean nutrientes favorables para la salud oral, como proteínas magras, frutas, verduras, y cereales integrales.
  • Di no al tabaco y limita el alcohol. Ambos dañan dientes y encías, provocan manchas y son factor de riesgo para la gingivitis y el cáncer oral (además de otros tipos de cáncer).
  • Visita periódicamente a tu dentista. Es importante realizarse una limpieza dental profesional al menos una vez al año para eliminar con mayor profundidad la placa bacteriana. Además conviene hacerse revisiones para observar cuál es el estado de dientes y encías y seguir los tratamientos convenientes en el caso de detectar algún problema.

 


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