Masticar, el hábito clave para regular el nivel de azúcar en sangre

Está demostrado que enfermedades relacionadas con la regulación del azúcar en sangre como la diabetes, además de ser factores de riesgo para el desarrollo de patologías cardiovasculares, intervienen en la aparición de afecciones a nivel bucodental.

La diabetes, altera la respuesta inflamatoria ante microorganismos presentes en la encía, aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades periodontales y afecta a las encías y a los huesos, que son el soporte de los dientes. 

De acuerdo con la American Dental Association (ADA), además, guarda una relación bidireccional con la enfermedad periodontal: la hiperglucemia afecta a la salud bucal mientras que la periodontitis afecta al control glucémico.

Algunos síntomas de la diabetes

La existencia de casos de diabetes sin diagnosticar es algo común sobre todo en sus primeras fases. Entre los síntomas que se asocian a esta enfermedad se encuentra la fatiga, la sed u orinar con más frecuencia de lo habitual.

Pero también se puede ver reflejada en ciertas señales que tienen lugar en lo referente a la salud bucodental.

 Según la ADA, un alto nivel de azúcar en sangre se asocia a una boca seca, pues se genera menor cantidad de saliva. Al generarse menos saliva se incrementa el riesgo de caries, ya que la saliva actúa como protección. También es común la inflamación y el sangrado de las encías y una mayor dificultad en las heridas para cicatrizar.

Además se ha observado que los dientes salen antes en los niños que tienen esta enfermedad.

Un estilo de vida saludable, que incluya la práctica de ejercicio físico regularmente y una dieta equilibrada es clave para gozar de buena salud a nivel general y controlar y prevenir enfermedades como la diabetes.

Sin embargo, eso no es todo. Existen hábitos que pueden intervenir positivamente en el control de los niveles de glucosa en sangre. Científicos han comprobado que algo tan sencillo y asequible como masticar bien los alimentos que ingerimos, supone una diferencia.

Masticar bien: una forma de regular el azúcar en sangre

Masticar la comida forma parte de nuestro día a día, es una acción automática a la que es común no prestar atención. Sin embargo, es en la boca donde empieza la digestión. Triturar bien los alimentos antes de ingerirlos y hacer que se mezclen con la saliva, favorece a la extracción y asimilación de los nutrientes. En concreto, nutrientes como la fibra, que contribuye a reducir el azúcar en sangre, se liberan al masticar los alimentos que la contienen.

También está probado que una buena masticación de los alimentos contribuye a que se produzcan reacciones intestinales que hacen que se segregue insulina. La insulina estimula al hipotálamo para que origine la sensación de saciedad. Al sentirnos saciados, hay menos predisposición a continuar comiendo, y esto nos aleja de padecer sobrepeso, que, a su vez, constituye uno de los factores de riesgo para el desarrollo de la diabetes.

Por tanto, masticar bien los alimentos que ingerimos es un hábito muy fácil de incorporar a la rutina, pero que puede marcar la diferencia. Algo tan sencillo puede ayudarnos a regular el azúcar en sangre, a asimilar mejor los nutrientes y a hacer mejor la digestión.


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