Lactancia materna y salud bucodental

Está comprobado que la lactancia materna tiene multitud de beneficios para la salud del bebé. No solo es extraordinariamente nutritiva, sino que también es favorable desde el punto de vista emocional – ayuda a mantener y forjar la conexión y el vínculo entre madre e hijo- y además, resulta un factor determinante en relación al desarrollo bucodental.

Tanto OMS como UNICEF recomiendan amamantar exclusivamente a los niños al menos hasta los cuatro meses y, si es posible, hasta los seis . Sin embargo, solo una pequeña proporción de niños son amamantados exclusivamente durante ese periodo de tiempo, reduciéndose la lactancia materna a unas pocas semanas.

De acuerdo con la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), la leche materna provee de ciertos nutrientes, anticuerpos y proteínas que protegen al bebé y lo ayudan a crecer fuerte, ya que poseen valores nutritivos que las leches de fórmula no acaban de equiparar, por muy completas que sean.

Gracias a la composición de la leche, la lactancia materna se asocia con un menor desarrollo de infecciones, como la otitis, la gastroenteritis o infecciones de tipo respiratorio. También se relaciona con la prevención de enfermedades graves como la enterocolitis necrosante, el Síndrome de la muerte súbita del lactante y la leucemia además de prevenir el desarrollo de otras tantas en la vida adulta, como es el caso del asma, la celiaquía o la diabetes tipo 2, entre otras.

¿QUÉ SUCEDE CON LA LECHE DE FÓRMULA Y EL USO DEL BIBERÓN?

En algunos casos la lactancia materna resulta inviable debido a diversos factores. En ocasiones la madre no produce suficiente leche, o pueden surgir dificultades debido a haberse sometido a una cirugía mamaria con anterioridad, quizás hay malformación en el pezón, o se dan infecciones y grietas dolorosas.
Tampoco es aconsejable que den de mamar madres con ciertas enfermedades crónicas o aquellas que consumen drogas de forma activa y grandes cantidades de alcohol.

Que la leche materna tenga un número tan alto de beneficios y resulte en gran medida recomendable, no quiere decir que el bebé no vaya a estar bien alimentado con una leche de fórmula de calidad. En ese sentido, cabe apelar a la tranquilidad desde el punto de vista nutritivo y sanitario. Pueden ser una muy buena solución cuando la lactancia materna se complica o simplemente no es posible.

Sin embargo, tal y como señala la Sociedad de Ortodoncia y Ortopedia dentofacial (SEDO), el empleo del biberón puede afectar al desarrollo bucodental. Los movimientos realizados por el bebé con la mandíbula y la lengua son muy diferentes cuando toma pecho que cuando toma biberón. Esta diferencia hace que, mientras que con la lactancia materna se favorezca al desarrollo bucodental y descienda el riesgo de maloclusión, suceda lo opuesto en el caso del uso del biberón, especialmente si se hace después de los dos años de edad. Además si no se tienen en cuenta ciertas cuestiones en referencia al hábito de uso y a la higiene, el bebé podría acabar por desarrollar caries.

Prevenir la caries del biberón

La caries del biberón puede aparecer desde que erupcionan los primeros dientes de leche y es resultado de exponerlos durante largos periodos de tiempo a líquidos con concentraciones considerables de azúcar.

Para evitar que se desarrollen caries derivadas del uso del biberón en bebés y niños hay que tener en cuenta varias consideraciones:

  • No dejar que el bebé se duerma con el biberón en la boca. Este hábito hace que el azúcar permanezca durante muchas horas en la boca, se mezcle con las bacterias que se encuentran en la misma y se acabe produciendo erosión dental.
  • Si se quedara dormido con el biberón en la boca habría que asegurarse de hacer una buena limpieza bucodental después de la toma, limpiando bien dientes y encías.
  • No dar zumos y bebidas azucaradas con el biberón, solo leche o agua.

Además de estas consideraciones, la SEDO recuerda, para el buen desarrollo bucodental del bebé, la importancia de elegir biberones con tetinas anatómicas con orificios pequeños, ya que contribuyen al movimiento anterior de la mandíbula y la coordinación de la succión, la deglución y la respiración favoreciendo al buen desarrollo bucodental.

LA LACTANCIA MATERNA Y EL DESARROLLO BUCODENTAL

El amamantamiento y el desarrollo bucodental del bebé guardan una estrecha relación, siendo esta muy recomendable por su contribución al crecimiento de una boca funcional.

  • La forma en la que se coloca la boca de un bebé cuando succiona el pezón favorece a una buena posición y desarrollo del maxilar, alejando posibles problemas de maloclusión.
  • El crecimiento y el desarrollo craneofacial del bebé está influenciado por los estímulos que recibe de la respiración, la deglución, la masticación y también la succión. La actividad de los músculos faciales que tiene lugar en consecuencia de la lactancia materna, es positiva para asentar patrones musculares funcionales, que se asocian con una buena oclusión.

Además la lactancia materna fomenta que el bebé respire por la nariz en lugar de hacerlo por la boca, hace que la lengua esté bien posicionada, fomenta el desarrollo correcto del paladar y aumenta la producción de saliva, siendo todo ello favorable para la salud oral.

En definitiva, la lactancia materna tiene multitud de ventajas para la salud general y para la salud bucodental y resulta muy aconsejable, tanto desde el punto de vista nutritivo, como emocional y del desarrollo bucodental.


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