¿Cómo afecta el estrés en tu salud bucodental?

Según publicó IPSOS en su estudio “Global Health Service Monitor” en octubre de 2023, la mitad de la población española (52%) afirma haber experimentado periodos de estrés durante el último año en los que no pudieron hacer frente a la situación. Y España, es el país del mundo donde más ha crecido la preocupación por la salud mental en los últimos tres años. 

El estrés afecta a nuestra salud física, manifestándose de diferentes maneras, como dolores de cabeza, cuello y espalda o comúnmente manifestándose con dolores estomacales. Así también e igual de importante es identificar cómo el estrés afecta a nuestra salud bucodental.

Principales afectaciones del estrés en la salud bucal

Después de periodos de más ansiedad puede que os resulten familiares las apariciones de herpes, dolores en la mandíbula por tensar demasiado los músculos faciales o bien rechinar los dientes. Además si el estrés es crónico, que perdura en el tiempo, las consecuencias son mayores, incluso pueden llevar a la pérdida de piezas dentales si no se actúa a tiempo.

Bruxismo causado por el estrés

Es un hábito involuntario que consiste en apretar y/o rechinar los dientes durante las horas de sueño, o incluso despiertos. El estrés es la principal causa de esta patología. El bruxismo si no se trata a tiempo puede derivar en complicaciones más severas, como la hipersensibilidad dental, el desgaste de los dientes, dificultad para masticar, dolores musculares en mandíbula, dolores en cuello, cabeza y oídos; insomnio o incluso provocar la pérdida de piezas dentales.

Hay maneras de aliviar los dolores derivados de esta patología pero, al ser un acto involuntario, la única manera de poder resolver el problema a tiempo es con una visita al dentista para valorar cuál será el mejor tratamiento. Generalmente, una férula de descarga ayuda a evitar el contacto entre los dientes y evitar el desgaste de las piezas.

Aftas y herpes labiales

Los herpes son producidos por un virus que habita en los nervios faciales y se reproduce en momentos en los que el organismo tiene menos defensas, como pueden ser los periodos de estrés. Las aftas son unas heridas blanquecinas que se forman en encías y mucosas causadas por virus, bacterias y deficiencias del sistema inmunológico debilitado por el estrés.

Gingivitis y Periodontitis

El estrés debilita el sistema inmunológico, lo que puede hacer que sea más difícil para el cuerpo combatir las infecciones, incluyendo las bacterias que causan enfermedades de las encías. Esto puede aumentar el riesgo de gingivitis (inflamación de las encías) y periodontitis (enfermedad de las encías más avanzada). 

Influye también la higiene bucal deficiente. Las personas bajo estrés a menudo descuidan sus hábitos de cuidado oral, como cepillarse los dientes después de cada comida, acumulando mayor cantidad de placa bacteriana que se aloja en nuestras encías, desencadenando una periodontitis.

Por otro lado, en los últimos años se ha comprobado que cuando el cuerpo se encuentra bajo estrés se producen cantidades elevadas de una hormona llamada cortisol. Cuando ésta se produce en las encías estimula la inflamación y por tanto promueve también la periodontitis.

Sequedad bucal y caries

Una de las principales reacciones de nuestro cuerpo ante el estrés es la boca seca. Además, la sequedad bucal es un efecto secundario si se están usando medicamentos para tratar la ansiedad o la depresión. La saliva es la primera defensa que se encuentran las bacterias en la boca. Cuanta menos secreción de saliva, mayor es el riesgo de enfermedades bucales.

De esta manera, aumenta la acidez en nuestra boca y ataca el esmalte dental, que es la capa natural que los protege y se acaban desarrollando las caries y otras infecciones o enfermedades en las encías.

Disfunción de la articulación temporomandibular por estrés

El estrés es una de las principales causas de la disfunción de la articulación temporomandibular. Es la articulación que une la mandíbula con el cráneo. Puede ser que produzca chasquidos al moverse, que presente dolor e inflamación. 

Esto es debido a que el disco articular se ha desplazado y no puede funcionar con normalidad por la presión generada al apretar los músculos por estrés.

Mal aliento

El estrés y la ansiedad también pueden causar que los ácidos estomacales se acumulen, lo que puede llegar a provocar reflujo ácido y, en consecuencia, puede aparecer el mal aliento.

¿Cómo podemos combatir el estrés en la salud bucal?

Las afectaciones producidas por el estrés suelen ocurrir de manera progresiva, la persona afectada no suele notar sus efectos hasta que ya son muy avanzados. Por ello, las revisiones periódicas con tu odontólogo son de máxima importancia para poder detectar estos síntomas a tiempo y conseguir, a través del tratamiento adecuado, paliar sus efectos en tu salud oral. 

Sin embargo, preocuparse por tener los descansos adecuados, cuidar tu alimentación y rutina de higiene bucal, es algo que puedes hacer por tí mismo a diario, para no llegar a alguna de las afectaciones de esta lista.


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