Consejos dentales

Cáncer oral, prevención y detección temprana que salva vidas

Mencionar la palabra cáncer cambia la cara a cualquiera ya que la conciencia social de esta patología sigue muy ligada a la muerte o a drásticas y duras consecuencias. Sin embargo a día de hoy, cáncer ya no es sinónimo de muerte tanto por la mejora de los tratamientos como principalmente por la detección temprana.

Entre los cánceres menos conocidos encontramos el cáncer oral, una patología que tiene una relevante prevalencia de casos en nuestro país. Aún así sigue pasando desapercibida a pesar de que puede tener serias consecuencias para la vida el paciente. En este caso tanto la prevención como sobre todo la detección temprana juegan un factor fundamental para superar una enfermedad cuya mortalidad es similar al melanoma y al cáncer cervical.

En esta partida contra el cáncer oral, el odontólogo tiene papel muy destacado ya que es él quien puede detectar síntomas preocupantes y diagnosticar lesiones malignas y no premalignas que pueden conducir a la enfermedad.

 

En España, la incidencia del cáncer oral se sitúa entre 1 y 5,2 casos por cada 100.000 habitantes. La enfermedad se circunscribe principalmente a la lengua aunque también puede aparecer en otras zonas de la boca. Es más común en hombres que en mujeres y no sólo afecta a personas mayores ya que también se presenta en mayores de 40 años.

Cómo lo puede detectar un odontólogo y cómo actuar:

El odontólogo es sin duda el profesional sanitario más adecuado para detectar y diagnosticar lesiones que conducen al cáncer oral. De esta forma, la actuación del odontólogo puede resultar decisiva en estos casos y obviamente una correcta actuación suya ayuda a salvar vidas.
En este caso, su objetivo se debe centrar en identificar lesiones malignas potencialmente peligrosas de ser precancerosas y con una mala evolución. Entre éstas figuran úlceras traumáticas, líquenes atípicos, leucoplasias, algunos nevos melánicos y queilitis crónicas.

Ante la sospecha de tumor oral es recomendable la realización de una biopsia con la ayuda de cepillo, con éste tomará la muestra de tejido del área sospechosa que será depositada en un recipiente adecuado para posteriormente ser enviada a un laboratorio de anatomía patológica para su examen. Tras el resultado y si éste es positivo o atípico será necesario realizar otra biopsia esta vez sí con un escalpelo. En estos casos sí es necesaria su derivación a un médico especialista para su posterior tratamiento.

En los últimos años también ha surgido una nueva e innovadora forma de detectar este tipo de lesiones mediante la aplicación de una fuente de luz fluorescente. Se trata de una nueva herramienta que permite la visualización de las lesiones y facilita la diferenciación de tejidos saludables de potencialmente afectados sin necesidad de manipularlos.

Previamente la zona deberá haber sido tratada con un enjuague para después pasar el sistema de fuente de luz fluorescente. Sus resultados son simples, el tejido potencialmente peligroso se verá de color blanco mientras que los sanos absorberán la luz y se verán oscuros. Si la prueba es positiva y el tejido sospechoso no la supera, el siguiente paso pasa por la realización de una biopsia y su posterior derivación al médico especialista.

Cómo lo puede prevenir un paciente:

La alimentación así como el consumo de alcohol y tabaco juegan un papel relevante en la prevención de la enfermedad. En relación a la alimentación se recomienda consumir frutas, verduras, pescados y aceite de oliva mientras que en el caso del alcohol y el tabaco se recomienda su reducción o eliminación total de su consumo.

La autoexploración también puede ser una vía interesante para prevenir el cáncer en la cavidad bucal. Así, tal y como recomienda el Consejo General de Colegios de Dentistas de España la autoexploración del paciente para detectar signos sospechosos ante los que es recomendable acudir a la consulta del odontólogo son los siguientes:

1.- Enfrente del espejo, mirarse los labios de cerca
2.- Con la boca cerrada, doblar el labio superior e inferior hacia fuera y observar el tejido interno.
3.- Con la boca abierta, y con la ayuda del mango de una cuchara o tenedor, mover las mejillas hacia arriba y hacia atrás, y hacia abajo y hacia atrás, para observar las paredes internas de la boca y su ángulo.
4.- Con la boca abierta, examinar la parte de atrás de los dientes de abajo.
5.- Sacando y metiendo la lengua, mirar en su parte de atrás, y moviéndola hacia la izquierda y la derecha, examinar los laterales de la lengua desde la punta hasta su parte del fondo.
6.- Tocando el paladar con la punta de la lengua, examinar ésta y su mucosa de abajo.
7.- Dejando la punta de la lengua en contacto en el paladar, mover la lengua hacia la derecha y hacia la izquierda y examinar su mucosa de abajo.
8.- Moviendo la cabeza hacia atrás, intentar examinar el paladar.

Cómo realizar la exploración (video)

Consulta la guía completa del Consejo General de Colegios sobre el cáncer oral

Fuentes: Consejo General, United Healthcare Dr Eduardo Ceccoti (Cáncer oral 1993)

¿Qué alimentos y bebidas manchan tus dientes y cuáles los benefician?

A cualquier persona le gusta que sus dientes estén blancos y relucientes. Para ello es básica una buena higiene dental. Sin embargo no todo el mundo sabe que también hay algunos alimentos y bebidas que contribuyen a manchar la dentadura y generar caries y otros que ayudan a tenerla más limpia y dificultar su manchado.

En este caso, la máxima ‘somos lo que comemos’ cobra sentido ya que en muchos casos el estado estético de los dientes de muchas personas tiene su origen en la composición de los alimentos y bebidas que ingiere. Las bebidas son las que más daño ocasionan primero porque su ingesta es superior en volumen a los alimentos y segundo porque su estado líquido les permiten aprovechar la porosidad del esmalte y calar más.

En cualquier caso, no se trata de censurar la ingesta de este tipo de alimentos-bebidas sino que los lectores sean conscientes de sus consecuencias por lo que se recomienda un consumo moderado (si se quiere mantener un buen color de dentadura) y siempre es recomendable realizar un buen cepillado con dentífrico y enjuague bucal tras la ingesta de estos productos para así reducir su presencia y contacto y por lo tanto el impacto dañino sobre el esmalte. Tampoco hay que olvidar que la afectación de estos productos sobre el esmalte también puede ser distinta en cada individuo dado que hay personas que por cuestiones puramente genéticas tienen mejor esmalte que otras.

Los que los manchan:

Vino:

Tanto el tinto como el blanco hacen del vino uno de los grandes enemigos de los dientes blancos. El tinto es sin duda el que más daño ocasiona a la estética de la dentadura dada su composición. La ataca por tres vías por su acidez así como por la presencia de taninos y cromógenos. Con un consumo periódico, estas tres sustancias unidas son capaces de oscurecer y transformar unos relucientes dientes blancos en unos con un ligero tono púrpura.

Café:

Esta bebida de uso generalizado en la población es una de las que más daño ocasiona a la coloración natural de los dientes. Ello se debe a su alta concentración de cromógenos.

Refrescos, gaseosas, bebidas azucaradas y energéticas:

Su alto contenido en azúcares los convierte en un claro enemigo de los dientes en su caso además de mancharlos contribuye a generar caries. A su vez diversos estudios también han desmostrado el peligro para el esmalte de las denominadas bebidas energéticas que consumen los deportistas y los jóvenes. El problema de éstas reside en su alto contenido en ácidos que ocasionan severos daños al esmalte.

Té:

Los taninos están muy presentes en esta bebida lo que contribuye a tintar la dentadura. La variedad más dañina es el té negro. En su caso les dan un toque amarillento. Las variedades más dañinas son el té negro y el rojo. En su caso les dan un toque amarillento.

Frutas y verduras de color intenso:

En este grupo encontramos los arándanos, las moras, las cerezas y verduras como la remolacha. En su caso, el problema reside en su potente pigmento que se adhiere a la pieza dental y es capaz de mancharla. También la acidez de los cítricos puede pasar factura.

Salsa de soja y vinagre:

Salsas de fuerte coloración como es el caso de la de soja (compuesta de agentes decolorantes) o el vinagre de Módena también son capaces de calar en el esmalte y generar manchas.

Caramelos:

Su presencia en esta lista de enemigos del esmalte y de los dientes es más que obvia. La alta cantidad de colorantes y de azúcares que suelen presentar ocasiona tanto daños en la coloración de cualquier dentadura como un alto riesgo de caries.

Colutorios con clorhexidina:

No son alimentos pero hay colutorios que contienen clorexidina, un elemento indicado para las inflamaciones de las encías y tras las cirugías y que usado de forma continua puede manchar los dientes.

Tabaco:

Tampoco es un alimento pero sí pasa por nuestra cavidad oral  y es uno de los grandes responsables de las manchas sobre la dentadura. El tabaco y m´s concretamente su nicotina ocasiona graves daños al esmalte dental.

Los aliados de una sonrisa blanca:

Frutas y verduras:

Aquí la estrella es sin duda la manzana pero en líneas generales podemos decir que las más beneficiosas son aquellas que presentan una textura fuerte y fibrosa. Estas condiciones fomentan la limpieza de la dentadura durante su masticado al tiempo favorecen la segregación de saliva, un elemento básico para neutralizar los ácidos perjudiciales para el esmalte y reducir el riesgo de caries. Así además de la manzana podemos citar como aliados de una sonrisa reluciente las zanahorias, el apio, las espinacas, la coliflor y las judías verdes.

Lácteos:

En este grupo entra la leche y sus derivados. quesos, yogurt, etc Y es que el ácido láctico también contribuye a la segregación de la saliva además el calcio ayuda a mejorar el estado de los dientes.

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