Archivos mensuales: noviembre 2012

El peligro de las ofertas y el ‘low cost’ en la consulta del dentista

En una sociedad en la que la economía centra todo el interés y el ciudadano ha visto reducido su poder adquisitivo, las ofertas se han convertido en un gancho perfecto y efectivo para captar clientes en la mayor parte de los ámbitos. Sin embargo no en todos los sectores tienen las mismas consecuencias. En los últimos años y aprovechando el caldo de cultivo de la crisis, las ofertas y las ‘promociones chollo’ han llegado a los servicios de salud y más concretamente a las consultas de Odontología. A priori lo que para el cliente puede parecer una ventaja económica se puede convertir en un problema para su salud. Y es que en el caso de la Odontología, las ofertas no son una buena elección ya que en la asistencia sanitaria lo importante no es el precio y lo que realmente importa es la calidad de la atención y los materiales utilizados.

Tras una oferta de servicios odontológicos se esconden otras cosas que el paciente desconoce pero que son muy importantes para su salud. Para empezar la calidad de los materiales. En este tipo de iniciativas ‘low cost’ utilizadas principalmente por grandes empresas, franquicias o seguros de salud se suelen utilizar materiales cuya calidad está por muy por debajo del odontólogo de confianza de toda la vida que no cae en las ofertas ya que no permite rebajar los estándares de calidad.

Respecto a la asistencia, cabe reseñar que la mayoría de firmas que optan por las ofertas como estrategia comercial para captar clientes están formadas por profesionales sin demasiada experiencia contratados con salarios bajos e irrisorios para su valía. Sin embargo, lo que es más grave y que la ciudadanía desconoce es que en la mayoría de los casos, estos odontólogos son obligados a realizar un mínimo de actuaciones dentales facturables a los pacientes (aunque no siempre sean estrictamente necesarias). Finalmente son obligados a prestar el servicio en un tiempo récord para optimizar el volumen de atenciones que deben realizar. Es decir, dedican menos tiempo del necesario a la atención del paciente.

Y es que no hay que olvidar que el objetivo primordial de este tipo de empresas no es otro que obtener el máximo beneficio con el mejor coste y para ello no hay otro camino que rebajar la calidad ya sea de la asistencia o de los materiales. No en vano, la mayoría de las firmas que optan por las ofertas y chollos gancho están gestionadas por gestores y empresarios no por profesionales de la odontología. Ello hace que en la mayoría de los casos, la sensibilidad por el paciente, el conocimiento del sector, la vocación y el interés sanitario pasen a un segundo plano. El objetivo no es otro que recaudar y repartir dividendos a los inversores.

Alerta de posible fraude con el anzuelo de Páginas Amarillas

Tras la denuncia de un odontólogo con clínica en Valencia, el Icoev quiere comunicar y alertar a sus colegiados y al resto de la ciudadanía de la existencia de un posible fraude así como el turbio modus operandi que utilizan ciertas empresas de publicidad y anuncios que mediante engaños y abusando de la buena voluntad de los profesionales intenta facturar y cobrar cantidades económicas por un servicio que no corresponde al prometido.

Con el gancho de las conocidas Páginas Amarillas, las citadas empresas se ponen en contacto con la clínica y asegurando ser de esta conocida marca preguntan si la clínica quiere renovar su anuncio. Para no despertar dudas ofrecen la misma tarifa que el cliente pagó el anterior año con Páginas Amarillas (tienen conocimiento del precio oficial de los anuncios). Si es así solicitan el ingreso de la cantidad mediante transferencia bancaria a una cuenta propia. Sin embargo, si el cliente descarta ‘renovar’ ese anuncio por sospechar (como fue el caso denunciado) la operadora asegura que el cliente tiene pendiente de pago la inserción oficial del año anterior. Incluso y aunque el titular de la clínica se niegue en ese momento a abonar dicha cantidad por un servicio no prestado. Posteriormente se les envía una nota emulando una factura con el importe aportando datos muy básicos (seguramente los que se incluyen en el anuncio) y sin que ni siquiera se incluyan otros fundamentales para una factura oficial como es el caso del CIF de la clínica.  A pesar de las negativas de pago, estas firmas que aseguran ser del sector de la publicidad siguen insistiendo en reclamar esa supuesta deuda que nunca existió para hacer caja a costa del cliente que nunca contrató sus servicios. No en vano si el titular de la clínica les reclama el contrato que él pudiera haber firmado sobre ese anuncio-publicidad no obtiene respuesta alguna ya que obviamente no existe tal.

Además y si el cliente descubre que realmente no se trata de Páginas Amarillas como inicialmente le habían dicho, las firmas juegan con la ambigüedad y asegura que ellos comercializan un producto llamado con una marca o denominación muy similar a la conocida por todos (utilizando algunas de las palabras de la marca ‘Páginas Amarillas’ junto con otras) que obviamente nada tiene que ver con las populares Páginas Amarillas y donde sostienen que allí se publica tal anuncio.

Por todo ello, y ante las obvias malas artes de este tipo de empresas y de cualquier otra que utilice modus operandi similares, se recomienda rechazar el anuncio si no está plenamente certificada la legitimidad de la marca y del gestor comercial, en este caso de Páginas Amarillas. (Tras la llamada conviene llamar al número oficial de Páginas Amarillas para comprobar la autenticidad de la llamada).

En el caso que opten por reclamar  una supuesta deuda correspondiente al año anterior se recomienda no pagar en ningún caso y reclamarles el contrato firmado por el titular de la clínica en el que acepta la prestación de dicho servicio. Como obviamente éste no existe, ello debería ser suficiente para acabar con la estafa pero si aún así persisten el camino no es otro que amenazar con una denuncia y poner el caso en manos de un abogado, cosa que obviamente acabará con los intereses recaudatorios y posible fraude de estas firmas.

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