Archivos mensuales: enero 2018

El apasionante futuro de la tecnología en nuestra profesión

¡Cómo ha cambiado nuestra profesión en los últimos 20 años! Recuerdo en mis cursos finales de la carrera, que todo era más sencillo, por no decir “rudimentario”. En aquel tiempo, las radiografías era convencionales, teníamos que verlas en un negatoscopio, y cuando pedíamos un TAC, el paciente se tenía que dejar medio sueldo para traernos la prueba de un hospital…

Hoy en día, podemos disponer de CBCT en la consulta con una resolución que nos permite ver fracturas y fisuras dentales. Pero, juguemos a ser Julio Verne: ¿Cómo serán las clínicas y en general el cuidado de la salud buco-dental dentro de 20 años? Estas pueden ser algunas pinceladas de lo que nos depara el futuro:

Cepillo de dientes inteligente: son varias las marcas de cepillos que ya disponen de un modelo con Bluetooth para poder controlar el tiempo de cepillado de cada uno de los dientes y si estamos presionando de más o de menos. Nos recuerdan cuando nos hemos de cepillar y si vamos mejorando en nuestras habilidades. En un futuro, el mismo cepillo o una cámara intraoral podría hacer un diagnóstico precoz de caries y pedirnos cita en nuestra consulta de forma autónoma en caso de detectar alguna.

Realidad aumentada y realidad virtual: Al igual que los simuladores en aviación para formar a nuevos pilotos, existen ya simuladores virtuales para formar a nuevos estudiantes y profesionales de la odontología. Éste simulador se llama DentSim y ya está disponible. La puesta a punto con gafas de realidad virtual y guantes como por ejemplo, Dexmo, que consta de un exoesqueleto para poder sentir en tiempo real todo lo que vemos en las gafas, son ya una realidad, pero mejorarán sustancialmente en los próximos años.

Tele asistencia Dental: Ya existen en Estados Unidos empresas como MouthWatch. Su servicio TeleDent permite capturar imágenes, notas clínicas, códigos de facturación y enviar esa información a un dentista situado a distancia, por ejemplo para un paciente que no se pueda desplazar con facilidad a una consulta (discapacitados, ancianos, hospitalizados, etc). También se puede hacer una consulta en vivo. El dentista puede iniciar una videoconferencia con el paciente y el cuidador para que el profesional pueda realmente ver y hablar con el paciente, y si fuera necesario citarlo en la consulta.

Regeneración dental: En abril de 2016, cientificos de la universidad de Harvard y de la de Nottingham presentaron un material de obturación que estimulaba las células madre y de esa forma el diente podía estimular el crecimiento de la dentina para “auto-repararse”. Los sustitutos bioactivos de dentina están cambiando la forma de tratar la caries, y esto es sólo el principio. Los avances en prevención serán notorios en las próximas décadas.

Digitalización del trabajo en la consulta: Cámaras y escáneres intraorales, DSD, superposición con imágenes de CBCT, diseño y confección de coronas provisionales, férulas quirúrgicas, férulas de relajación, coronas definitivas, son ya una realidad en las consultas y en los laboratorios de prótesis. En unos pocos años llegaremos a ver desaparecer el alginato o las siliconas, al igual que ya ha desaparecido la amalgama de plata. Es sólo cuestión de tiempo. Posiblemente, en un futuro, podremos hacer una predicción del crecimiento facial mediante imágenes radiológicas y un software.

Materiales a la carta: Podremos pedir brackets, implantes, limas de endodoncia totalmente customizados para un paciente concreto, lo que nos permitirá llevar a cabo tratamientos más rápidos y con un éxito mayor.

Análisis genéticos e ingeniería genética: Sabremos si una alteración genética produce una patología y llegaremos a modificar el genoma para corregir ese defecto. Incluso podríamos llegar a cultivar dientes in vitro a partir de células madre e implantarlos en un paciente. Sin embargo, no será tan fácil como obtener un riñón o un hígado, ya que dientes hay 32 y de formas muy diversas entre sí, aún siendo de la misma persona. Sinceramente, dudo que llegue a ver este último avance.

En cualquier caso, la tecnología avanza a una velocidad extraordinaria y nuestro deber ha sido, es y será siempre ofrecer el mejor tratamiento posible a cada unos de nuestros pacientes.

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