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La ortodoncia interceptiva en niños ¿para qué se utiliza?

La ortodoncia interceptiva es una especialidad de la odontología que se enfoca en el tratamiento de problemas dentales y faciales en niños en crecimiento. Su objetivo principal es detectar de forma temprana posibles anomalías en el desarrollo de los huesos maxilares y de la mandíbula, intervenir tempranamente para corregir maloclusiones (mordida incorrecta) y así poder alinear los dientes y promover un desarrollo facial adecuado. 

¿Por qué la ortodoncia interceptiva es importante?

Según la Asociación Española de Ortodoncistas (AESOR), “una atención temprana permite al ortodoncista detectar y actuar ante problemas óseos y de posición de los dientes y los huesos, factores de gran importancia en la función y en la salud oral y general de los niños”.

Los huesos y dientes pueden moldearse con facilidad en edades tempranas, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz, pues si los problemas ortodóncicos son detectados en este momento de la vida, más sencilla resultará su solución. Los tratamientos ortopédicos e interceptivos en pacientes en edad de crecimiento suponen un gran avance en ortodoncia.

Durante la edad de crecimiento, el ortodoncista puede corregir y guiar el desarrollo del maxilar y la mandíbula del niño o niña; esto puede mejorar significativamente la calidad de vida del menor e, incluso, podría llegar a evitarle una cirugía en la edad adulta.

¿A qué edad se recomienda comenzar con un tratamiento de ortodoncia interceptiva?

Según lo que indica la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), por lo general, se inicia y concluye durante la dentición temporal o mixta”, la que se inicia a partir de los 6 años con la erupción de los primeros molares permanentes superiores e inferiores. La erupción de estos primeros molares permanentes es de gran importancia, pues, además de ser piezas definitivas, sirven de guía para la colocación correcta de todas y cada una de las demás aún por salir. Por esto, el seguimiento de su crecimiento y debida conservación resulta fundamental.

Esto no significa que los niños sólo puedan ir a consulta odontológica a partir de los seis años y no antes. Si quieres ver cuál es la edad recomendada para una primera consulta, revisa nuestro Blog: Cuándo empezar a llevar al niño al dentista

Tipos de maloclusiones que detecta la ortodoncia interceptiva y cómo surgen.

Algunas maloclusiones que surgen de hábitos como el de succión del pulgar pueden corregirse por sí solas al cesar la costumbre. Desafortunadamente, en muchas otras ocasiones se producen maloclusiones que requieren tratamiento ortodóncico, aunque lo sea con aparatos simples. Aquí te presentamos algunos ejemplos y diferencias entre ellos.

  1. Hábitos desarrollados desde bebés: como mencionamos anteriormente, el más común es la succión digital (“chuparse el dedo”), también se observan los hábitos de interposición lingual (cuando la boca no se cierra por completo al interferir la lengua en la mordida) o la respiración oral.
  1. Malformaciones de origen esquelético: podrían presentarse como un paladar ojival o estrecho, problemas dentales como apiñamiento, mordida cruzada, sobremordida y submordida.
  1. Anomalías de tipo hereditario: esto corresponde a un caso más complejo, y por tanto el tratamiento podría ser más mayor que si fuese otro tipo de alteración común.

Aunque el menor sea tratado con ortodoncia interceptiva para tratar estas maloclusiones, no se descarta la posibilidad de una corrección posterior, ante la aparición de otra anomalía similar o diferente. 

¿Qué tan invasiva puede resultar la ortodoncia interceptiva para los niños y niñas?

La ortodoncia interceptiva es una técnica muy poco invasiva, pues al aplicarse a una edad temprana, como mencionamos anteriormente, los huesos son mucho más manejables, por tanto, las correcciones toman menor tiempo y no suponen un mayor problema o incomodidad para el menor, en comparación con el tiempo que tomaría corregirlo en la adultez.

Se suele complementar con una ortodoncia adolescente de carácter correctivo. De esta manera, se terminan de solucionar todas las malposiciones dentarias antes de llegar a edad adulta.

Además de corregir problemas dentales específicos, la ortodoncia interceptiva también busca influir positivamente en el crecimiento facial del niño. Algunos tratamientos pueden ayudar a guiar el crecimiento de los maxilares superiores e inferiores para asegurar que haya suficiente espacio para los dientes permanentes y prevenir posibles discrepancias faciales.

El mayor beneficio que aporta una ortodoncia interceptiva es, precisamente, que evita complicaciones que suceden cuando los huesos maxilares se han desarrollado completamente. En ese momento, solo se podrían solucionar con ortodoncia correctiva o incluso cirugía en los casos más graves.

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