La doble crisis por Enrique Llobell

Acabo de leer un artículo en el que la Villa y Corte se hacen eco del problema que venimos sufriendo los odontólogos de provincias en toda España. Lo que está sucediendo en casi todas las profesiones es realmente lamentable, y un problema debido no sólo a la crisis si no a la falta de previsión. Los odontólogos, como he dicho en numerosas ocasiones, sufrimos la doble crisis, la general y la nuestra particular debida al increíble exceso de facultades de odontología, exceso abanderado lamentablemente por Valencia con cuatro facultades, la pública, el CEU, la Católica y la Europea de Madrid. Con casi 400 odontólogos nuevos cada año y sin posibilidades de trabajo para ninguno de ellos, sólo podemos presumir de ser los que más odontólogos exportamos, ya que somos los que mayor número de parados tenemos de toda España. No me alegro de que Madrid empiece a sufrir este problema, pero si que me alegro de que por fin se publique en un diario de tirada nacional, y de que el Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos de España del que dependemos todos, haya creado en febrero una Comisión que se ha dirigido al Ministerio para solicitar el llamado “numerus clausus”, es decir la limitación del acceso a las facultades de odontología de toda España, y principalmente de las de Valencia.

Esto no es nuevo, ya había sido solicitado anteriormente por Sociedades Científicas como la de La Historia de la Odontología y por colegios profesionales de provincias como Las Palmas, Euskadi o Valencia.

Recuerdo la sentada de madres en la facultad de medicina y odontología de Valencia, en 1971, solicitando que no se pusiese el numerus clausus, que todos tenían derecho a hacer medicina si tenían vocación. Somos un país de derechos y vocaciones, y por eso nos encontramos en 1980 con más de veinte mil médicos que ocuparon plazas de oficinistas, albañiles, constructores, y hasta un compañero mío ya jubilado pasó su vida de médico vaciando contenedores en un camión de basura por un sueldo muy superior al de un adjunto de hospital. En odontología pasará igual, porque ya hemos llegado tarde. Nuestros gobernantes dijeron que ganábamos mucho, y con la excusa de la mejora de la asistencia al ciudadano, decidieron que debían salir más odontólogos en España que en el resto de Europa. Los españoles vamos a tener la boca más sana de toda la Comunidad Europea, debió ser el slogan. Sin embargo, la realidad es diferente.

Ni tenemos la boca más limpia ni la mejor calidad en la asistencia. Pero si que tenemos los sueldos más bajos, puedes encontrar un odontólogo por 600€ al mes, y somos campeones en franquicias, extraños seguros dentales, intrusismo y paro. Y no hablemos de la picaresca, los falsos especialistas, etc, todo ello adobado por la permisividad de unas campañas publicitarias denigrantes y engañosas. Si actualmente sobran en España 12.000 odontólogos de los 28.000 colegiados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la previsión para el año 2020 es que sobren 24.000. Tiempo al tiempo, y mientras tanto, los lunes, al sol.

 


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